La observación microscópica del polen no requiere de complicadas técnicas de preparación. La forma más sencilla es la observación en fresco. Para ello se dispone una gota de agua sobre un portaobjetos sobre la que se espolvorea el polen pasando un pincel por los estambres de la flor. Seguidamente se cubre con un cubreobjetos y se observa al microscopio. Esta preparación no es permanente.
Preparación en fresco del polen. |
Otra técnica sencilla utiliza cinta adhesiva de doble cara. Se dispone un trozo de ella sobre el portaobjetos y se quitan los elementos protectores. Seguidamente se espolvorea el polen sobre la cinta de modo que los granos quedan adheridos al adhesivo que lleva. La preparación se puede dejar así o por el contrario se puede proteger con un cubreobjetos. Esta preparación es permanente. Es importante que la cinta sea lo más transparente posible para no restar luminosidad a la observación.
Montaje en cinta adhesiva de doble cara. |
Otra forma de hacer preparaciones definitivas en mediante el uso de resinas sintéticas o de bálsamo del Canadá. El procedimiento es similar al descrito para la observación en fresco pero en lugar de colocar la gota de agua se pone una gota de cualquiera de los productos mencionados. Sobre ella se espolvorea el polen y se cubre con un cubreobjetos. Se presiona ligeramente de manera que los medios de montaje se extiendan; a veces facilita el proceso colocar algo con un poco de peso encima de la preparación. Es recomendable no añadir un exceso de medio pues luego sobresaldrá por los bordes de cubreobjetos. Las resinas sintéticas secan en poco tiempo; el bálsamo del Canadá requiere mucho más tiempo de secado.