Polen colpado de Borago officinalis. |
El polen maduro presenta un aspecto característico a partir del cual se puede incluso identificar a la planta que lo ha producido. Este aspecto viene definido por una serie de elementos morfológicos, como son la ornamentación de la pared, las aperturas, la simetría, la forma o el tamaño del grano.
La pared de los granos de polen está constituida por dos capas, una interna o intina y otra externa llamada exina. La primera sería equivalente a la pared celular de las células vegetales; la segunda, muy resistente, está formada por una sustancia llamada esporopoletina y suele presentar una ornamentación característica según la planta. Aunque hay granos de polen con la superficie lisa, otros la tienen reticulada, otros presentan hendiduras, espinas, pequeñas esferas, etc.
En la mayoría de los casos los granos de polen se abren por lugares específicos llamadas aperturas, zonas con la exina adelgazada por las que sale el tubo polínico. Los hay desde inaperturados (sin ellas) hasta poliaperturados, con muchas. Con respecto a su morfología pueden ser alargadas en forma de surco (pólenes colpados), redondas en forma de poro (porados), en bandas o sulcos que pasan por los polos (sulcados) o bien presentar formas combinadas (colpoporados).
Polen colpoporado de Physalis peruviana. |
Respecto a la forma de los granos, esta puede ser globosa o navicular. En la primera los ejes polar y ecuatorial tiene aproximadamente la misma longitud mientras que en la segunda son claramente diferentes. Con respecto a esta última, los granos se llaman prolados cuando el eje polar es mayor que el ecuatorial y oblados cuando es a la inversa, el eje ecuatorial mayor que el polar.
Por último el tamaño de grano de polen también tiene carácter taxonómico ya que es constante para cada especie. Los más pequeños miden unas 5 micras mientras que los más grandes llegan hasta las 300 micras.
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